Hagamos un pacto, mejor, hagamos el pacto: queramonos hasta la saciedad, por que tenemos la maldita costumbre de querer a medias, por si algo sale mal que solo se rompa la mitad. Pero tu confia en mi, que yo hago el resto, que convierto la lluvia en nieve solo para verte a ti sonreir. Eras el cambio climático que necesitaba mi vida, esa lluvia en pleno agosto. Luego pasara un tiempo y nos perderemos de vista hasta que un dia nos volvamos a ver, ya sea, en la calle, en la cama o en mi cabeza...
Sigo siendo la misma, la que te erizaba la piel tocando tu espalda o tocando una pieza de guitarra. A la que adorabas ver como se tomaba el tequila cantando su cancion preferida. Sigo siendo aquella chica, que un dia lo hubiera dado todo por ti... aunque ya no tanto. Aquella a la que deseabas darle mil besos en cada recoveco de su cuerpo. A la que con cada mirada volvias rematadamente loca.
Aunque por otra parte, nunca se me dio bien decirte la verdad de mi cabeza, soltar las mariposas que escondia en mi.
Se que nos vamos a hacer daño y nos romperemos en mil pedazos. Solo te pido algo: en vez de rompernos hoy. Rompamonos mañana.
Sugus de limón
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