Y volvemos al ciclo, eso de romperme, de que me rompan me esta empezando a cansar, pero como evitar los malos tragos, como evitarlos y que sin querer se encuentre entre ellos uno bueno, como dijo uno de mis escritores preferidos, no podemos elegir en esta vida si nos van a hacer daño, solo podemos elegir quien nos lo hace, pero yo no tuve elección, eras tu, llamada vida, o la muerte, tendría que haber elegido la muerte y que fuera mas efímero mi final, pero no, dije que quería luchar, que no me ahogaba por muchos que quisieran que lo hiciese, que era fuerte, que podía contra todo, pero se me olvido pronunciar la excepción que confirmaba la regla, lo único que a día de hoy podía conmigo, por que sabía que si la pronunciaba, mi voz se rompería como si mil cañones hubieran disparado contra ella. Y si, era tu nombre, tu temido y ensordecedor nombre, que de nada paso a ser un mundo, mi mundo actual por desgracia... Si me hubiera dado alguien la elección de no hablar contigo, de no pensar en ti, la habría cogido sin pensármelo dos veces, por que estoy harta de que me rompan sin querer, de que pidan lo siento y que no vuelvan. De que nadie tenga el valor de decir: voy a luchar por ti, aunque ya hoy no queda nada por lo que luchar, solo hay vacío y lagunas, y bueno, una chica que de tantas veces que le han roto las ilusiones se ha convertido en polvo, la han hecho polvo, pero eso ya es secundario, ya que el polvo con un soplo, desaparece. Parece que yo te sople a ti, y se supone que por eso desapareciste ¿no? Por que sople con tantas fuerzas como si fuera a pedir un deseo en la tarta de cumpleaños (en la cual te pedía a ti), pero no contaba con que tu eras un bulanico que con una simple brisa, se iba a mil kilómetros de aquí. Quizá ese fue mi fallo, pedirte, y al pedirte fue cuando mas fuerte te sentiste para marcharte y hacer lo que muchos otros han hecho, romperme, pero bueno, si quieres, volver a romperme, rompemé, mil veces si hace falta, así por lo menos entenderé, que ya nadie, ni mi propia sombra, me cubre las espaldas, por que realmente, estamos destinados a que nos rompan en mil pedazos, o por lo menos, parece que mi destino era ese.
Bueno parece,
malo no es
¿Que es?
Eres tu, por desgracia, otra maldita vez.
Sugus de limón
Mientras tomamos un ultimo sorbo al café de cada día: con el corazón marcado a fuego, colgando en las manos, y las alas hechas de hierro, por tanta guerra, escribimos, sin lugar concreto, sin tiempo fijo, solo dos chicas, luchadoras, sin un sitio donde encajar, de muchos colores (y en muchas ocasiones) dificiles de tragar.
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martes, 7 de abril de 2015
Volver a romperme
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