Siempre la misma historia. Digo demasiado mis planes y pasa como con los sueños: que en cuanto se dicen no se cumplen. Y entonces se entera hasta la vecina del quinto que quiero besarte, verte... Y es que te echo de menos, demasiado, un 80% y ese 20% restante se pierde entre sueños, entre deseos... contaba con verte esta noche, pero solo hasta tres, entonces paraba y decidia no ilusionarme algo mas. Bueno, mucho más, en realidad.
Y mientras nos espero; cuento cuantas vueltas es capaz el ventilador de dar, las veces que podria Phileas Fogg dar la vuelta al mundo... Cuento besos, los nuestros, en vez de ovejas para poder dormir sin ti. Callame con uno de esos, que deje de decir tonterias, y vuelva a poner los pies sobre la tierra, por que llevo demasiado tiempo viviendo en las nubes. Viviendo de tu sonrisa y de tus risas... de tus bromas, de tus pros y tus contras. Que tengo una cita contigo, y no quiero llegar tarde: en el mismo sitio, a la misma hora. Bajame de las nubes, y hazme creer que es de verdad esto que nos esta pasando. Bajame y callame, que todo esto te lo quiero susurrar al oido... siempre que pueda.
Sugus de limón.
Mientras tomamos un ultimo sorbo al café de cada día: con el corazón marcado a fuego, colgando en las manos, y las alas hechas de hierro, por tanta guerra, escribimos, sin lugar concreto, sin tiempo fijo, solo dos chicas, luchadoras, sin un sitio donde encajar, de muchos colores (y en muchas ocasiones) dificiles de tragar.
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lunes, 14 de julio de 2014
Callame.
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