Leelo despacito, ya que estas van a ser las ultimas palabras que te dedique...
No me di cuenta la primera vez que te vi, por aquellos entonces solo eramos un par de niños, sin ninguna intención, pero poco a poco la intención se convirtió en costumbre, en una necesidad... Y cuando paso un tiempo llegaste a mi como bala en la cabeza, tan rapido y sin apenas ser consciente de que te habias llegado a convertir en una de las personas mas importantes de mi vida... Quien me iba a decir a mi que pensaria tanto en tus labios o en tu mirada, o en esa sonrisa inteligente con algo que llamaba a taparla con la mia. Ni me lo planteé, la verdad... Ni una sola vez, el porqué de esta historia de 'nuestra' historia, aunque en verdad solo fue mia.
Pero llegaste, como bala en la recamara, sin darme a entender que lo que para mi era todo, para ti no era nada. Confiaba en 'nosotros', ¿sabes?, en 'nuestro camino', ese que siempre ha sido inexistente... Pero que ojala no lo hubiera sido. No te podia bajar la luna, ni alguna estrella, solo podia prometerme. Prometernos.
¿Se puede echar de menos algo que nunca te ha pertenecido? Pues si, y este es mi caso, besame si me equivoco; si alguna vez fuimos uno; cosa que nunca creí y aun sigo sin creer. Por desgracia eres una trampa mortifera a la que nadie quiere caer, pero que al final... todos caen. Adictivo, como ninguna droga sabe engancharme.
Te pedí tantas veces a gritos que me besaras, pero para ti, creo que solo era una mirada más de tantas. No era especial... y sigo sin serlo, pero no puedo evitar sentirme tan... ya no se como explicarte, demasiadas veces hablé de besarte sin tan siquiera haberte besado. No se como me hiciste tanto daño sin ser nada, pero mira, aqui estoy otra vez, hablando una ultima vez de ti, ya que no me despedi como es correcto en su momento...
Se que ya es un poco tarde para decirtelo, pero realmente tengo que confesarte algo: Fuiste mi bala preferida, y por desgracia; la que más daño me hizo.
Sugus de limón
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