Todo comenzó una tarde de verano. Era calurosa
Las sugus y yo íbamos a la playa a tomar el sol y bañarnos en el mar salado entonces yo en ese momento no lo sabía que mi vida iba a cambiar en segundos.
Al salir del portal me lo encontré aquel chico de ojos azules y su sonrisa perfecta y blanca que me cambió la vida con un simple 'hola'
Desde entonces sueño que estoy entre sus brazos y no me suelta que me besa, que me acaricia, escucha todos mis problemas me siento feliz en esos momentos pero como no, es un sueño y me despierto y todo se rompe los abrazos, las caricias, los besos... todo eso se queda en mi almohada.
Es lo más cerca que he estado de el, nunca me voy a atrever a acercarme a el y decirle lo que siento por dos simples razones: primero, no sabe ni que existo, y segundo, no creo que le interese; somos de dos mundos diferentes
Lo veréis como una tontería y pensaréis que niña más tonta...
¿Por que hay miedo al rechazo?
Diréis que no pierdo nada diciendoselo; que no pierdes nada solo ganas, pero si pierdo.
Pierdo mi dignidad y mi valentía cuando me lo cruce en el portal, en la piscina en la playa si me dice que no.
Y diréis ¿y si dice que si? ¿Quien sabe?
Si dice que si (que no creo) sería la chica más feliz del mundo pero siempre me he considerado una chica miedosa y poco atrevida es mi forma de ser y me da miedo dar el primer paso siempre...
Sugus de melocotón
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